Proust escritores con Eduardo Martínez-Abarca.

Eduardo Martínez-Abarca nació allá por el siglo XX poco después del Sputnik, en Cádiz de donde salió con cuatro años y mucho acento. En Bilbao lo perdió. Por media aritmética recaló en Madrid al empezar la época universitaria. Entró en la Politécnica para descubrir (tardíamente) que no era ingeniero. También descubrió el teatro y esto cambió su camino. Participó en montajes de la Escuela de Ingenieros Agrónomos con en el grupo Ishtar en las diversas obras de teatro infantil y para adultos que la compañía hacía. Finalmente decidió escribir sus propios textos. Así llegaron, entre otras, “La caracola mágica”, “Duérmete y verás” y “Perdida en mi jardín”. Durante años intentó aprender lo que la Escena significaba. Se metió en escenografía, vestuario, interpretación y dirección para acabar (con no muchos conocimientos y sí buena voluntad de las diversas partes implicadas, como él mismo reconoce) impartiendo clases de interpretación en la escuela de Ingenieros Industriales, en la de Agrónomos y en el Instituto Gran Capitán.
Con algunos amigos de la Politécnica formaron la compañía Tela-Katola que se movió durante unos años por todo tipo de escenarios. Siempre se divertían y casi siempre divertían al público. Escribían sus propios textos y cogían canciones de aquí y de allí. Y finalmente dio el salto y decidió que por qué no escribir algo que no fuera para representar sino para imaginar. Y nació su primera novela “Andrea y los masticadores”, publicada por Edebé.

Su lema: No tengo lema pero siempre me acuerdo de la frase del infame Edison: «El genio es un diez por ciento de inspiración y un noventa por ciento de transpiración» .

El Cuestionario:

–¿Qué es para ti un libro?.

Una caja que en su interior trae una expectativa de maravilla, de diversión, de frenesí o también de basura, de tedio, de sopor… y por tanto una gran aventura en busca de lo primero.

– El mejor sitio para escribir.

Mi casa con música o una cafetería con buena música o una terraza sin ruido o en el autobús con cascos o…

–Cuando abres la puerta y entras en una librería…

Contengo la respiración y observo a todos esos miles que me miran. Frustración. Nunca podré con ellos… son demasiados. ¡Y el librero! Ese sádico que te sonríe y se sabe ganador, un hilo de baba cae de su colmillo retorcido y sus ojos inyectados en veneno te dicen: “Nunca podrás acabar”.

–Qué libro estás leyendo en estos momentos.

Danza de dragones de Martin, soy un friki y me llamo Eduardo.

–¿Te acuerdas del primer libro que leíste?.

El primero que me leyó mi abuela: “Dos años de vacaciones” de Julio Verne. Y todavía lo tengo.

–Dinos cuál es tu escritor favorito.

Harper Lee… aunque sólo escribiera un libro, la muy zorr…

–¿Y tu personaje literario preferido?.

Atticus Finch… aunque Ethan Edwards de Centauros del Desierto es increíble… ¡oh! que el cine no vale, bueno, como esto hay que hacerlo del tirón y no puedo corregir… qué pena.

–¿Con qué personaje literario te sientes identificado?.

Capitán Archibaldo Haddock.

–¿Sigues un método a la hora de escribir? ¿Alguna superstición o manía?.

¿Manías yo? ¿Qué te hace pensar que yo…? ¿Eh? ¡Yo no soy maniático! ¡Y no me pongas nervioso que tiro la figurita del faraón de Playmobil y desordeno los lápices y… ¿cuál era la pregunta?

-¿Qué libro te hubiera gustado escribir?.

Matar a un ruiseñor.

-¿A qué escritor/a te gustaría conocer en persona?.

A Homero… pero creo que se pone muy tiquismiquis con las visitas últimamente.

–¿Papel o libro electrónico?.

¿Qué es un libro electrónico? ¿Esos de los niños con botones y música?.

–¿Has leído más de 5 títulos de un mismo autor/a? De quién.

Puuuf! Christie, Asimov, Christian Jacq (arcada, arcada, ¿por qué? ¿por qué perdí tantas horas?), Doyle, Vance, Martin, Varley, Heinlein, Clarke, Le Guinn, Niven, Gould, Lindsey Davis, Tucidides, Rowling, Tolkien (¡regalo o pago para que se lleven el Silmarillion), Simenon… ¡por favor, párame…

–¿De qué palabras o frases abusas a la hora de escribir?

A veces no sé a qué te refieres… si te refieres a que a veces me repito pues acepto que a veces me refiero a la misma palabra a veces.

–¿Qué talento, aparte del literario, te gustaría tener?

El de la música… pero hasta que no tenga el literario me conformo. Una cosa cada vez, oye.

–¿Cuál ha sido la mejor crítica que han hecho de tus obras?.

He tenido mucha suerte y todo lo que se ha dicho de mi primera novela ha sido fantástico, inmerecido pero fantástico (Anika, Biblioteca Imaginaria,…) Me quedo con la frase que dijo Javier Fernández en el programa Menudo castillo: «Creo que esta es una de esas novelas que uno lee de pequeño y recuerda para siempre haber leído».

-Qué libro no has sido capaz de terminar de leer.

Un montón. La amnesia me asalta.

–¿Sueñas con libros?

Sí, muchas veces. Sobre todo con los míos. En mitad de la noche me despierto con una idea increíble. Por la mañana me pregunto “¿qué demonios cenaste para soñar esa estupidez?”.

–¿Cómo dedicas tus libros?

Laaargo. Y escribo y escribo,… Es un truco. Así se forma cola y parece que soy más exitoso. En serio, en la Feria del Libro me llaman la atención: “Oye, que se aburren de esperar”.

–¿Algún día has visto a alguien leyendo uno de tus libros? ¿Qué has sentido? Sí. Un cosquilleo por la espalda y el irrefrenable impulso de acercarme a ver las caras que pone. Lo más increíble: leer el primer capítulo con cuarenta niños haciendo turnos. Buf.

Eeeh… ¿Ya? ¿Me puedo relajar?.